Nos sorprendió gratamente. Es un alojamiento sencillo, pero por el precio no puedes pedir más. Relación calidad-precio muy buena.
La habitación es limpia, amplia, equipada con nevera y ventilador. El baño está reformado y se ve bién.
El desayuno es básico, pero teniendo en cuenta la categoría y el precio del hotel, es más que correcto.
Está a cinco minutos de la estación de metro Earl's court, por lo que está muy bién comunicado.