La ventaja de este hotel es su situación, en el centro mismo de la ciudad. El desayuno básico, pero muy correcto. La habitación muy antigua. Las ventanas de nuestra habitación no cerraban bien (el aire movía las cortinas), la bañera "lacada" se estaba pelando, el desagüe del lavabo no tragaba, la calefacción del lavabo no funcionaba... pero lo peor fue la cama, por dios, que incómoda!