Este hotel está a las afueras de París, en un barrio sucio, pero con buenas opciones para comer. A cualquiera le podría dar miedo, pero si tienes cuidado, no pasa nada. Está cerca del metro y encima de una cafetería. Antes de salir devuelves la llave que luego te dan cuando regresas; y todas las mañanas entra a la habitación (siempre que esté vacía) el servicio de limpieza, ya que no hay cartel de "no molestar". Tienes el lavabo dentro de la habitación, no hay ascensor (son 5 plantas) y la ducha es compartida entre todas las habitaciones de cada planta. Aún así, elegiría este hotel, es tranquilo, barato y ofrecen muy buen trato para unos dias en la ciudad.