Un lugar sorprendente, sin duda. El lugar es super tranquilo, relajante y distinto, con unas vistas antiestrés increíbles sobre los viñedos y el horizonte manchego, tanto desde las habitaciones superiores como desde la cafetería y zona de restauración. La visita a las instalaciones enológicas, modernas y absolutamente limpias resulta muy didáctico y agradable. Restauración estupenda y con una carta actual y moderna, cuando menos sorprendente. Estupendos desayunos con un amplio horario de atención. Plazas de aparcamiento suficientes y todo el complejo impoluto y limpio. Las instalaciones del spa, coquetas y suficientemente dotadas, con horario amplio. El complejo está ubicado en un lugar muy tranquilo y seguro, exento de ruidos e interferencias mundanas, con unas vistas sobre los viñedos muy agradables y relajantes.Instalaciones muy amplias con techos altos, impolutas y mantenidas impecables. Excelente limpieza y, sobre todo, personal agradable, atento y amable en extremo, una gozada. El paseo por el campo, entre viñedos perfectamente cuidados y atendidos, una gozada. Un lugar especial y único, creo, que con toda seguridad merecerá una nueva visita por nuestra parte, a poder ser en época de vendimia, para cerrar el ciclo de cultura enológica con mejores temperaturas :-). Muy recomendable el abordar el asunto con la cámara fotográfica en ristre !. Nosotros no utilizamos el servicio de masajes en base a productos enológicos (ya que lo practicamos habitualmente nosotros mismos).