El hotel sinceramente no es para cuatro estrellas. Yo diría que para tres como mucho, la habitación algo anticuada al igual que el baño, pero pasable, pocos enchufes para conectar móviles, ordenadores, etc.
La piscina exterior muy bonita y bien, sin embargo, la piscina interior que incluye spa. Sinceramente he visto acuarios más grandes.
El gimnasio es compartido con gente de la calle y siempre está lleno.
En cuanto al menú excesivamente caro 28 € por persona para los huéspedes, el desayuno buffet tiene muchos productos industriales, tanto dulces como salados y como he dicho al principio no para un hotel de cuatro estrellas.
En cuanto a los trabajadores del hotel, simplemente correctos, nada de cordialidad y acercamiento, no digo que me den un abrazo, ni me rasquen la espalda pero si una sonrisa.
Y por último al final de la estancia que coincidió con el fin de semana llegaron una serie de huéspedes ruidosos a más no poder alojados en habitaciones contiguas y pasando de una a otra haciendo ruido hasta la 1 de la madrugada o si no en la zona de la piscina, dando gritos y parece que nadie del personal. Les recuerda el sitio donde están y que tienen que mantener un tono de voz y no molestar al resto de huéspedes.
No volveré y no lo recomiendo